Menú

lunes, 17 de octubre de 2011

Retírate joven y rico (I): ¿se puede ser joven y rico?

               
Hace algunos días me encontré por accidente un libro muy interesante llamado “Cómo retirarte joven y rico” de Robert Kiyosaki, un tipo bastante controversial por cierto. Pero antes de que dejes de leer la entrada por algún comentario malintencionado que hayas escuchado o leído del presente autor te quiero mostrar algunos de sus pergaminos: Publicó un libro con la coautoría de de Donald Trump llamado “queremos que seas rico”, su primer libro (padre rico padre pobre) ha vendido más de 30 millones de copias y es considerado por muchos una referencia en cuanto a finanzas personales, e incluso hay muchas personas (entre las que me cuento) que aseguran que leer a Robert Kiyusaki les cambió la vida. Bien, si quieres conocer los consejos que le han producido millones este señor y poder retirarte joven y rico y dedicarte a disfrutar de tu fortuna te invito a que continúes con la lectura y seas parte de ese grupo de personas a quienes les han cambiado la vida.


        La verdad es que se trata de un excelente libro de motivación en el que puedes encontrar muchos consejos a la hora de hacer un plan financiero de tu vida. En esta entrada y en muchas otras que pienso compartir, quiero esbozar algunas de las palabras más relevantes que aparecen a lo largo del libro.

Cualquier persona puede ser rica si se lo propone

        La revista Forbes define a una persona como rica cuando sus ingresos anuales superan el millón de dólares. Así de sencillo: si tienes negocios y activos que te generan más de un millón de dólares anuales puedes decir que eres rico. Ahora que ya sabes cuál es tu meta, el siguiente paso es comenzar a trabajar para cumplirla.

        Lo primero que tienes que hacer antes de ponerte manos a la obra es convencerte de algo: cualquier persona puede llegar a ser rica si se lo propone. Y no lo digo yo, lo dicen todos los millonarios del mundo cuando son entrevistados. No necesitas habilidades especiales para conseguir tu objetivo, lo único que necesitas es creer en ti y hacerte a ciertos hábitos positivos.
       
        Alguna vez escuché una muy buena analogía de una historia bíblica con el mundo de los negocios. David, ese pequeño muchacho que venció al gigante Goliat armado solo de su honda y mucho coraje se puede comparar con un nuevo emprendedor que decide comenzar su propio negocio que debe competir con una enorme cantidad de gigantes incluso multinacionales por un puesto en el mercado. Si te parece una barbaridad pensar que tendrás que competir con grandes multinacionales, ya puedes irte retirando antes de comenzar. Si los ricos pensaran así cuando aún no lo eran, no existirían Microsoft, Facebook, Google o Apple por citar solo algunos ejemplos.

        Yo recomiendo mucho leer historias de personas exitosas, pues el ver que se tratan de personas normales como cualquiera, con necesidades, sueños y las mismas 24 horas diarias de las que tú dispones te será muy provechoso. Cuando comienzas a entender que el problema de los pobres está en sus mentes y no en sus cuentas bancarias, ya habrás dado un paso muy importante hacia tu camino a la riqueza.

        Quiero aclarar que si bien, muchas de las cosas que comparto contigo son de mi propia experiencia yo aún no soy rico, pero estoy trabajando para poder llegar a serlo. Puede que te suene ridículo, pero cuando te decidas a comenzar a luchar por tu futuro entenderás muchas de las cosas que te estoy diciendo.

        Entonces, debes entender primeramente que cualquier persona puede llegar a ser rica, incluso tú, solo basta que te lo propongas y fijes tus metas. Debes comenzar a pensar en términos financieros: tu cerebro puede llegar a convertirse en tu activo más preciado, pero también en tu pasivo más grande. Tú decides.

No se necesita dinero para hacer dinero

         Esta es una verdad que muchas personas se empeñan en no creer. Resulta irónico, pero no tienes que tener dinero para llegar a ser rico, el elemento más importante e indispensable nació contigo: tu cerebro.

        Cuando comiences a pensar como lo hace un rico (que es el propósito del libro y de estas entradas) verás que a partir de “nada” puedes llegar a construir tu fortuna.

        El decir que necesitas dinero para ser rico solo refleja temor, temor de fallar. Y es que, desde niños nos enseñan erróneamente que errar es malo, que si te caes eres un tonto. Esto es totalmente nocivo en la mentalidad de los futuros adultos; cometer errores no es malo, es humano y al contrario de lo que la mayoría de personas piensan es una fuente increíble de enseñanzas y riquezas.

        Con esto no estoy queriendo decir que tengas que estar equivocándote todo el tiempo y te justifiques cada vez. No, a lo que me refiero es que si cometes un error, difícilmente volverás a caer y, generalmente es más lo que puedes ganar con lo que aprendes que lo que perdiste en la caída. Te doy un ejemplo, tú tienes tu pequeño negocio, por ejemplo, un almacén de ropa; haces una mala inversión en una determinada época del año y pierdes una buena parte de tu capital; luego, encuentras un(os) almacén(s) de ropa que están pasando por la misma situación por lo que sus dueños deciden venderlo barato antes de perder todo su capital. Compras a un pequeñísimo precio un gran almacén de ropa con algunos inconvenientes que ya conoces porque los viviste en carne propia y lo sacas adelante. Si te suena algo rebuscado, déjame decirte que cité en ejemplo porque conozco uno muy parecido.

Manos a la obra: encontrarte contigo mismo

        Luego de que entiendas que cualquier persona puede ser rica y que no Necesitas dinero para hacer dinero, el siguiente paso antes de comenzar es enfrentarte contigo mismo: vencer lo que no te deja avanzar y encontrar una razón para ser rico.

        El problema más frecuente y por el que la mayoría de la población es pobre (o por lo menos no es rica) es porque existen en sus vidas hábitos que los condenan, hábitos que están guiados por la pereza.

        Si te pones a pensar en la parte del tiempo del día que desperdicias te encontrarás que es mucha. Así trabajes 8 horas diarias, nosotros en promedio estamos despiertos durante 16 horas diarias, por lo que tienes otras 8 horas para comer, descansar y trabajar para ser rico. Si te encuentras con pretextos del tipo estoy cansado, descansaré esta semana y comenzaré la próxima, te estarás enfrentando con tu propia pereza. De paso te digo que el hábito de dejar para después las cosas que puedes hacer en el momento se llama procrastinación y puede llegar a convertirse en u problema grave.

        Entonces, tú decides: descansas ahorita y te quedas sin tiempo para hacerte rico, o trabajas duro ahora y podrás disfrutar luego de retirarte joven y rico.

        Bien, hasta aquí esta entrada que se me estaba haciendo un poquito extensa. En la próxima te estaré hablando de por qué preguntarse “cómo llegar a ser rico” es incorrecto y resulta más conveniente cuestionarse acerca de “por qué ser rico”. Si no eres capaz de responder a esta pregunta, no llegarás nunca a ser rico; entonces, en la próxima entrada podrás encontrar respuesta a esta pregunta para ahora sí comenzar a pensar en las rutas que te llevarán a construir tu imperio (inversiones, negocios y relaciones).

        Como siempre, si tienes algo que compartir con nosotros te animo a que lo hagas por medio de un comentario. No siendo más me despido de todos. Saludos. A, y disculpen si estuvo un poco larga la entrada. J.

        Entradas relacionadas:

        Retírate joven y rico (II): por qué y cómo ser rico
        Retírate joven y rico (III)
        Retírate joven y rico (IV)    
        Retírate joven y rico (V)     
        Retírate joven y rico (VI)     

“Cuídate de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un gran barco”



No hay comentarios:

Publicar un comentario